Descripción
Su principal virtud es su capacidad para reducir el colesterol, controlar la presión arterial y proteger el corazón gracias a su alto contenido en ácidos grasos insaturados, tanto monoinsaturados (omega-9) como poliinsaturados (omega-3 y omega-6). Estas grasas, beneficiosas para nuestro organismo, reducen el colesterol malo y los triglicéridos, por lo que reducen el riesgo de sufrir enfermedades como hipertensión, anginas de pecho o infartos.
Las pipas son ricas en antioxidantes como la vitamina E, el selenio o los compuestos fenólicos, que combaten los radicales libres causantes del estrés oxidativo. Esto se traduce en una ralentización en el envejecimiento celular y de la piel y en la prevención del cáncer. También poseen un alto contenido en fibra, que regula el tránsito intestinal, en hidratos de carbono y, sobre todo, en proteínas de origen vegetal (29%), fundamentales para favorecer el crecimiento y mantenimiento de los músculos. Estas proteínas son de gran importancia para las personas que siguen una dieta vegetariana.
Asimismo, las pipas de girasol con cáscara y sin sal aportan minerales muy destacados, como potasio, fósforo, magnesio y calcio. Estos minerales ayudan al crecimiento de los huesos y a la salud de los dientes, regulan los líquidos del organismo y el sistema renal, activan el sistema nervioso y el corazón, contribuyen a la creación de proteínas, reducen el estrés y actúan como tranquilizante natural. Por todo ello, las pipas son un alimento ideal para personas que quieren cuidar su corazón, sus huesos o evitar enfermedades cardiovasculares.
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