Descripción
Son el fruto del fresal, una planta de la familia de las rosáceas. Su nombre botánico, Fragaria vesca, deriva del latín fragans, que significa «olorosa» y apunta así a una de sus características: la fragancia que puede percibirse incluso a distancia.
Las fresas poseen una notable riqueza mineral, especialmente de hierro –es la fruta más rica en él, junto a la frambuesa y la grosella– y magnesio.
Esta fruta resulta asimismo una excelente fuente de vitaminas C, K y ácido fólico.
Las destacadas cantidades de vitaminas y minerales de la fresa la hacen especialmente indicada para:
- Gota, reumatismo y artritis. Gracias a sus propiedades alcalinizantes y a su riqueza en calcio y potasio, la fresa facilita la eliminación de ácido úrico. Además, la presencia de ácido salicílico, el mismo componente de las aspirinas pero natural, que tiene una acción antiinflamatoria, ayuda a mejorar estas afecciones.
- Personas que deban seguir dietas de energía controlada. El aporte energético de la fresa es mínimo y su contenido en fibra crea sensación de saciedad.
- Embarazadas y niños. La fresa es una fruta con pocos azúcares y una alta dosis de ácido fólico, hierro y un efecto ligeramente laxante gracias a su fibra. Además es aperitiva, lo cual es muy interesante para niños desganados.
- Hipertensión o problemas cardiovasculares. Por su contenido en potasio, aumenta la diuresis (la formación de orina) lo que contribuye a reducir la tensión arterial y a eliminar el ácido úrico. En un estudio realizado por universidades españolas e italianas se probó que comer 500 g de fresas al día disminuye el colesterol malo LDL (un 14%) y los triglicéridos (un 21%). También mejora la función de las plaquetas. Los efectos positivos podrían deberse al contenido en antocianinas, los compuestos químicos que dan color a las fresas. Estos pigmentos ayudan a mantener en buen estado las paredes de los vasos sanguíneos, de manera que previenen una variedad de trastornos vasculares.
- Diabetes. Se considera apta para diabéticos porque su azúcar es levulosa (fructosa).
- Anemias y déficit de hierro. El notable contenido en hierro de la fresa se ve reforzado por la elevada dosis de vitamina C, que posibilita una absorción más efectiva de este mineral.
- Litiasis biliar (piedras en la vesícula) y alteraciones hepáticas.
- Prevención del cáncer. Gracias a la presencia de silicio y de diferentes antioxidantes.
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